Nadal: "Me quedo simplemente con haber jugado"

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Rafael Nadal volvió a competir en el Barcelona Open Banc Sabadell y esa fue la noticia más importante. Si la cara es el espejo del alma, la sonrisa del español sobre la tierra batida resumió el principal objetivo de este martes en la Ciudad Condal. El antiguo No. 1 del mundo volvió a sentirse jugador, arropado por el cariño de los suyos e impulsado por su ilusión al volver a pisar las canchas del ATP Tour.

“Estoy contento”, reconoció Nadal tras derrotar al italiano Flavio Cobolli en la primera ronda del torneo. “He jugado muy poco en estos últimos tiempos. Jugar siempre es motivo de alegría. Después, hay mas condicionantes como es el hecho de jugar en una pista muy importante en mi carrera. Es el segundo torneo que he ganado más veces y encima es en casa. El Real Club de Tennis Barcelona [1899] me acogió como jugador hace muchísimos años, así que también tiene un significado especial para mí jugar en mi club”.

Con un abanico de ingredientes rodeando una semana muy especial, Nadal colocó en el centro de la diana el alivio más sencillo: empuñar la raqueta, pisar la tierra batida y poder terminar el partido. Un premio que parece minúsculo en las manos de una leyenda. Un mundo, sin embargo, para un jugador que apenas pudo competir en el último año y medio.

“Me quedo simplemente con haber jugado, lo demás es secundario”, defendió el balear. “Hasta que no se termine la semana, de la manera que sea, para mí es importante que no pase nada. Esta es la realidad por encima de cualquier otra cosa, siendo totalmente honestos. Aunque sea difícil, quizá no es la semana para apretar todo lo que mi corazón me dice. Vamos a hacer las cosas de la manera más lógica posible”.

En esa escalera de esfuerzos que ocupa sus pasos, Nadal subió el primer peldaño conteniendo sus deseos. El mallorquín empleó poco más de una hora para derrotar al No. 62 mundial, probando sus golpes desde la cautela y su cuerpo con la gestión del esfuerzo.

“El hecho de que el partido de hoy haya ido así es una cosa positiva, porque me permite jugar mañana otra vez. Según qué tipo de exigencias, no sé cómo mi cuerpo puede responder. Hay que ser realistas. En este último año y medio he jugado muy poco, vamos a ver hasta dónde puedo. Intentaré no cruzar líneas que sean peligrosas. Si miro dónde estaba hace una semana y dónde estoy hoy, veo un cambio importante. Dentro de lo que cabe me veo competitivo para poder continuar jugando, a día de hoy para mí es lo más importante. Hace una semana y algo esto parecía muy lejos. En el deporte las cosas cambian muy rápido”, explicó el de Manacor.

“Aunque dentro de mi cabeza por todo lo que ha sido mi historia en los torneos de tierra, siempre tienes ese pequeño sueño de aspirar a mucho, la realidad hoy es diferente. Tengo que aspirar a cosas realistas, lo realista es que he ganado un partido hoy. Mañana tengo la oportunidad de jugar otro partido. Juego ante un jugador de máximo nivel y no sé si estoy preparado. Para mí va a ser un test. Vamos a ver cómo puedo gestionar todo para intentar al menos ser competitivo”.

‘Competitivo’ es una palabra que se repite continuamente en las reflexiones del español, centrado en dar su mejor versión sea cual sea la circunstancia.

“Hace una semana y media sí hubiera sido una sorpresa ser competitivo hoy. Estaba lejos por muchas circunstancias, por supuesto las físicas. Temas físicos continuados desembocan en fatiga mental. Pero los últimos cuatro días, a nivel de entrenamientos, me he sentido más o menos bien. He jugado con jugadores de nivel. Sé que solo son entrenamientos pero no me he sentido muy lejos como para poder jugar”, explicó el balear, que preparó su debut en Barcelona cruzando golpes con figuras como Andrey Rublev, No. 5 mundial, o Alejandro Davidovich, No. 2 español.

“Así salgo al partido con una ligera confianza de que puedo al menos jugar, y jugar de tú a tú. Después se gana el partido, y esto es importante para mí, sobre todo para volver a jugar mañana. Mi rival me ha ayudado, ha cometido errores. Yo he hecho el partido que tenía que hacer. Confiaba en poder jugar a ese nivel y para mí no es una gran sorpresa jugar al nivel que he jugado. No creo que haya sido un nivel como para sorprenderme Ha sido un nivel lógico, de jugar a lo que más o menos sé que controlo hoy. Creo que he jugado bien de revés y con el drive, siendo mi primer partido, he jugado bastante cruzado. No me he complicado mucho la vida. He jugado de la manera que creía que podía ser suficiente para ser competitivo hoy. Mañana necesito más”.

Así afronta Nadal un regreso al circuito que no le dará tregua. Al otro lado de la red le esperará De Miñaur, un tenista que ha conocido su mejor nivel en 2024, con el debut en el Top 10 y el mayor trofeo de su carrera como avales en esta misma temporada. Un desafío que Rafa acepta con una realidad en la mente.

“El tenis nunca ha sido el problema a lo largo de mi carrera. Con mis altos y bajos, dentro de lo que ocurre en la carrera de cualquier deportista. Cuando he estado bien físicamente, no he sentido que haya perdido la velocidad de bola o cosas que no me permitan jugar. Ese no ha sido el caso, han sido muchas otras cosas las que me han privado de seguir jugando. Esta es mi realidad, no creo que haya sido un tema tenístico”.

A Nadal nunca se le olvidó jugar al tenis. Si el cuerpo se lo permite, ha regresado para demostrarlo.